Translate

jueves, 13 de septiembre de 2012

LA VIDA Y LA INMORTALIDAD

Lectura.  2ª.Timoteo. 1:3 al 11
Texto.  2ª. Timoteo. 9/10
 
“ vrs 9-   quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada  en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, vrs. 10- pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio.”   
 
 
      El apóstol Pablo trata de exhortar a Timoteo, su hijo espiritual, a fin de fortalecerle en las tareas de su ministerio, trayendo a su memoria la fe de sus más íntimos familiares, recordándole su propia fe y confianza en el testimonio que ambos profesaban del evangelio.
      Pablo está efectuando una mirada retrospectiva, porque se encontraba preso (probablemente a finales de su segunda prisión en Roma,) presagiando el desenlace de su partida. “Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano.”(Cap.4:6)
      Y en estas circunstancias nos deja escrita la revelación, sin duda, la más clara y concisa del eterno propósito de Dios que describe la obra redentora de Cristo y tal vez la más completa por su transcendencia que pueda aparecer en las Escrituras.
      Así pues nos declara, “que ahora (la Gracia de Dios) ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio.”
      Sin la aparición personal de nuestro Señor Jesucristo, es obvio que no hubiéramos tenido la revelación de la promesa de la vida, que por su evangelio nos es ofrecida
      En este evangelio; “la promesa de la vida,” según Vrs.1; se hace realidad en Cristo Jesús, recordándole a Timoteo y por ande a todos y a cada uno de nosotros, que Jesucristo resucitó de los muertos, de cuyo testimonio se constituyó en predicador, significando para él motivo o causa propia; (2ª.Tim.2:8/9) ya que el evangelio que el predicaba era el revelado de conformidad a la promesa, que de la descendencia de David, Dios levantaría a Jesús por salvador el cual no vería corrupción, por resucitarle de  entre los muertos. (Hch.13:23-30-33-35-37)
      Esta doctrina contenida y revelada en todo el Antiguo Testamento, fue el objeto primordial de este Apóstol constituido por el mismo Cristo resucitado, y se esforzaba en sus predicaciones y escritos en enseñarnos a identificarnos como propia en la resurrección de Cristo, ya que ha su tiempo también lo será la nuestra. (Ro.6:4/8 - 1ª.Co.15:16/23 –Fil. 3:10/11- 2ª.Tim.2/11)
 
      I.-     SACO A LUZ,  LA VIDA
 
        Por lo que se deduce de la lectura de los versículos 8/9 vemos bien a las claras, ( “según el poder de Dios, quien nos salvó y llamó…según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos;”) que nuestro presente y futuro se enlaza con el pasado y que el propósito de Dios en Cristo es quitar la causa de nuestra muerte, el pecado; ya que la intención original de Dios al crear al hombre, lo fue “conforme a su imagen y semejanza”(Gen.2:7) y esta semblanza del hombre con su creador, en su orden natural, consiste en la espiritualidad e inmortalidad por el soplo o aliento de vida que en él se alentó; viniendo a  constituirse de esta forma en “alma viviente” esto es, - elemento espiritual e inmortal del ser humano capaz de entender, querer, sentir racionalmente y moralmente, de forma y manera que nos distingue de la irracionalidad de los animales más dóciles y desarrollados.- Superioridad que le fue concedida sobre toda la creación.
      De esta forma el hombre fue dotado de una personalidad, de cualidades racionales y morales que le permiten relacionarse y tener comunión con Dios dentro de un orden espiritual; otorgándole además el “enseñorearse de toda la tierra y sobre todo animal.”(Gen.1:26)
      No obstante y en el uso de su libre albedrío, transgredió el mandamiento que Dios su creador le dio. (Gen.2:16/17) La transgresión de este precepto trajo como consecuencia el pecado, - que en su traducción literal en “fallar,” – introduciéndose por esta causa, la muerte en el hombre y a decir del apóstol Pablo en (Rom. 5:12) como la más triste herencia que nos sobreviene, no como fin natural, sino todo lo contrario, más bien como un fin sobrenatural, puesto que lo natural en el hombre era y es la inmortalidad, por el aliento de vida que en su rostro se le alentó, a diferencia de todo animal creado: “Dios puso eternidad en el corazón de los hombres”(Ecl.3:11)
      Dios había coronado al hombre de gloria y honor, la luz de Dios, por decirlo así, brillaba sobre esta obra de sus manos, pero ya hemos considerado como el hombre se afeó así mismo, borrando la imagen que Dios había impreso de sí mismo en él, perdiendo esa intima relación y armonía trayendo la discordia y la muerte.
      La aparición de Nuestro Señor Jesucristo, mediante su obra redentora de conformidad con el propósito Divino, fue para “quitar nuestro pecado” (1ª.Jn.3:15) que en sí, es la causa de nuestra muerte y viene a rehacer al hombre y a romper las cadenas que le aprisionaban, “y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre; y destruir por medio de su muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es al diablo.” (Heb.2:14/15) Pablo nos dice que”despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz” (Col.2:15)  
      Es evidente que Nuestro Señor Jesucristo había efectuado la purgación de nuestros pecados Heb.1:3, (esto es la liberación de nuestros pecados) quitó la causa de nuestra muerte, restaurando así la vida que habíamos hipotecado o vendido al pecado. Rom. 7:14
      Sacó a luz la vida, la autentica, la eterna, aquella que habíamos perdido por nuestra transgresión, así que, la promesa de la vida se ha hecho real en El, sacándola a la luz por el evangelio, para que todo aquel que crea en El pueda obtenerla, “y yo les doy vida eterna; y no perecerán, jamás ni nadie las arrebatará de mi mano” Jn.10:28
      El carácter de esta vida está relacionada, en su plenitud, con la Gloria de Dios, (Jn.11:40) es decir con la eternidad que no tiene fin; (Jn.11:25/226)  El mismo nos asegura que los suyos no perecerán y promete guardarnos de cualquier enemigo. Jn.10:29, léase también Jn. 17:2/5 y 24
 
      II.- SACO A LUZ, LA INMORTALIDAD
       
        Es bien patente que por el evangelio llegamos a conocer y obtener la vida eterna, desde el mismo momento en que arrepentidos de nuestros pecados aceptamos a nuestro Señor Jesucristo como nuestro salvador personal, por reconocer que su sangre nos limpia de todo pecado; y que esta vida eterna la disfrutamos ya, ahora, - léase 1ª.Jn.5:11/13 y 20. -  Pablo ante esta realidad, manifestaba su deseo de “partir y estar con Cristo” Fil.1:23” “El tiempo de mi partida esta cercano”2ª.Tim.4:6
      Ahora bien, al decir el apóstol que sacó a luz también la inmortalidad (incorruptibilidad), viene a corroborar lo que el Señor Jesús nos dijo por su evangelio, que hay otra vida para justos e injustos, y que Dios no es Dios de muertos, sino de vivos. Léase Luc.20:37/38  Por consiguiente la existencia más allá de la muerte física, aun de los injustos es una realidad Bíblica,  léase Isa.14:9/10 –Ezq. 32:21-32
      El mismo Señor Jesucristo, nos enseña que los no arrepentidos fuera de esta esfera terrenal, llegan a ser conscientes en su lugar de tormento. Luc.16:19/31 – léase en Dan.12:2 y Mat.25:46
      Esta doctrina contenida en la Biblia, nos manifiesta que todas aquellas personas que han confiado en la obra redentora de nuestro Señor Jesucristo, estarán donde El esté; Jn.14:2/3  y que aquellos otros que por su incredulidad y pecado no arrepentido despertaran en un lugar de tormento.
      Porque mi querido amigo, la muerte solo es un momento, es un accidente en la vida que no mejora el carácter ni la condición de nadie; es como una fotografía instantánea, que si te sorprende con la mueca del pecado y la incredulidad, así sale la foto, con la realidad sorprendida.
      Una ilustración de esto la encontramos en 1ª.Co. 15:35/36, la semilla puesta en tierra, “no se vivifica sino muere antes.” Pregunto yo, ¿deja de existir este germen?  de ninguna de las maneras; y si este germen esta emponzoñado por el pecado y la incredulidad; ¿con que cuerpo resucitara.?  Pablo nos dice: “Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales” (1ª. Co. 15:48). En Lucas 16:28/30, el Señor Jesús nos enseña que la incredulidad y el pecado siguieron al rico hasta el lugar de tormento, siendo allí, el mismo pecador e incrédulo como había vivido en la tierra, esto es; trayendo la imagen de su propia vida terrenal.
      Creo haber dejado, más o menos cloro, que según las Escrituras, en realidad lo que muere es el cuerpo, (grano de trigo o semilla) toda vez que es corruptible y se vuelve polvo, (Gen.3:19) y no el soplo de vida “anima viviente”, pues ésta al morir el cuerpo pasa a la presencia de Dios quien la dio. Ecl.12:7
      Pero la inmortalidad, según las citas leídas, tiene su interpretación y sentido Bíblico en la manifestación de la resurrección corporal de justos e injustos; “ y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad. (1ª.Co.15:52/53)
 
      III. -  LA INMORTALIDAD PARA LA ETERNIDAD
 
        Hemos estado considerando, que la inmortalidad se culminara o manifestara plenamente en la resurrección, cuando los cuerpos mortales, “se vistan de inmortalidad,” lo cual indica una vida gloriosa para la Eternidad, o una existencia eterna de condenación.
      En cuanto a esto último, mi querido amigo, permíteme que te exponga lo que el evangelio saca a luz, para tu conocimiento a fin de que tengas tiempo de reflexionar y tomar tu propia decisión, para vida o para condenación.
      ¡ Dime,¡  ¿Quién como el evangelio o mejor dicho, quién como el Señor Jesucristo, por el evangelio ha sacado a la luz del día la existencia perpetua, esto es, eterna y espantosa del inconverso e incrédulo. ?  El dijo: ”no os maravilléis de esto, porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida más los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación” Jn.5:28/29
      El castigo eterno del diablo, de los hombres inconversos y de los ángeles caídos, es cosa tan claramente enseñada y revelada en el evangelio, como clara es la luz del sol. Pues así como enseña que Dios es eterno, (1ª.Tim. 1:17 y 6:16) así lo es la salvación y la Gloria que por Jesucristo nos es ofrecida; enseña también que la pena será eterna, por cuanto el hombre no muere para siempre, esto es, no deja de existir.
      Es él, quien dijo: “no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir (arruinar) el alma y el cuerpo en el infierno.” (Mat.10:28) Y lejos de poder pensar, como el refrán, “muerto el perro se acabo la rabia,” esto es se acabo todo por haber sido  > destruido, < ya no hay pena ni sufrimiento, es todo lo contrario, porque añade “en el infierno,” y este lugar denota un sitio de eterno sufrimiento y pena. Muy lejos de pensar en acabar del todo una existencia, el verdadero significado de la palabra  > destruir, <  es el de “arruinar,” echar por tierra una cosa o hacerla inútil.
      No hay lugar en la Biblia que pruebe el fin de la existencia de los seres humanos. Isa.66/24 – Mrc.9:44
      Expresiones como “fuego que nunca se apaga” – “e irán al tormento eterno” – “ tinieblas de afuera” – “allí será el lloro y el crujir de dientes;” (Mrc. 9:44 – Mt. 25:41 y 25:46 Luc.13:28 – Mt.22:13) muestran bien a las claras, que la existencia es eterna; aun hay más, si la primera muerte significa dejar de existir, no tendría lugar la Segunda Muerte; (Apoc.2:11) donde el infierno y la muerte serán lanzados en el lago de fuego. Esta es la muerte segunda; Apc.20:14 la muerte para condenación, referida en Jn.5:29, lo cual indica, una existencia de condenación por la separación eterna de Dios y de todo lo bueno. Esto son los que tomaran parte en el segunda muerte citada en Apc.20:11/14-
      “ Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.” Apc.20:15
      No quiero perder la oportunidad, mi querido amigo, de significarte esta solemne advertencia, donde se indica, cual ha de ser la condición de los incrédulos no inscritos en el libro de la vida; e invitarte a que creas el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, aceptándole a él, como a tu único salvador, cuya sangre derramada en el Calvario, nos limpia de todo pecado.
      · Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con el mil años”
                                                                         V. Ibáñez



martes, 12 de junio de 2012

El Lucero de la Mañana

                                       EL LUCERO DE LA MAÑANA

                                              Lectura, 2ª.Pedro 1:16/19
                                                    Versículo, 19
          “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; “

                             En el Nuevo Testamento encontramos tres referencias a la Estrella de la mañana: 2ª. Pdr. 1:19 (como lucero) Apoc.2:28 y 22:16.
                             Este es el nombre o titulo que se da Cristo así mismo y en relación, como leemos, con la predicción de su venida, (a recoger a los suyos en el aire) • “ Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana” (Apoc.22:16)      Y en relación a su venida en justicia, es llamado Cristo, “Sol de justicia” Malq.4:2
                            Ni que decir tiene, que todo está relacionado de conformidad con la “palabra profética” a la cual nos recomienda el apóstol Pedro que “estemos atentos.”
                            Es bien evidente que el apóstol Pedro, trata de recordarnos verdades que tan solo nos han sido dadas mediante la divina potencia y por el conocimiento del Señor, quien nos llamo por su gloria y excelencia moral: El trata de dejarnos un medio para que recordemos las grandiosas promesas, por las cuales hemos llegado a ser participantes de la naturaleza divina; toda vez que como él mismo dice, la partida de “mi tabernáculo terrestre, está cerca;” se afana pues, en evidenciar la honra y gloria recibida de Dios, citando el hecho real de la transfiguración de Cristo y de la voz del Padre que decía: “Este es el amado hijo mío en el cual yo me he agradado.” Sigue declarando que la certeza de la venida del Señor Jesucristo, no se corresponde a fabulas de falsos doctores, testificando que los apóstoles vieron con sus propios ojos su majestad.
                             Después de estas declaraciones y el haber testificado como testigo ocular de aquella gloria, nos exhorta a que estemos atentos a la palabra profética concerniente al retorno de Cristo, la cual adquiere un significado más permanente, claro y diáfano, como  “una luz que brilla en las tinieblas, hasta que amanece el día y el lucero de la mañana aparezca.” El apóstol trata de amonestarnos a que estemos atentos a estas profecías, con el fin de que nos sirvan de guía durante el oscuro tiempo presente, hasta que venga la época o tiempo de la plenitud y aparezca “la estrella de la mañana”
                             Permitirme que sobre ello os exponga mi reflexión: Como todos sabemos existe una estrella vespertina que anuncia la venida de la noche, a la puesta del sol; la estrella de la mañana, (llamada matutina) es el heraldo que anuncia la venida de un nuevo día. Esto es, como antiguamente a un rey poderoso de esta tierra, le precedía un heraldo que anunciaba su llegada; así la estrella de la mañana anuncia la pronta aparición del rey del firmamento, el Sol.
                             El Señor Jesucristo es el profetizado “sol de justicia” a cuyo resplandor le precede antes la “estrella de la mañana” anunciando que ha pasado la noche y esta a la puerta un nuevo día.
                             ¿Que cual es el significado simbólico de esta estrella de la mañana, que se eleva en el firmamento antes que aparezca el Sol?
                             Pedro nos amonesta a estar atentos, “hasta que el día esclarezca y salga el lucero de la mañana:”   Ahora bien, el Señor rinde testimonio de si mismo al decirnos: “Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana…”ciertamente vengo en breve” (Apc.22:16/20)   Así pues, la aparición de la estrella de la mañana, corresponde a su advenimiento, cuando seremos arrebatados en las nubes para recibir al Señor en el aire (1ª.Tes.4:17)                            Este acontecimiento pondrá punto final, a un tiempo en donde la gracia y la paciencia de Dios es tanto para Judíos como para Gentiles; (Rom.9:24) y dará lugar el comienzo de la última semana de las 70 anunciadas por el profeta Daniel. (Dn.9:24/27)   Este es el intervalo establecido por las escrituras antes de la aparición del “sol de justicia.”
                            La propia creación nos enseña que existe un espacio de tiempo, "entre la salida de los dos astros"; pasan tantas horas, minutos, segundos, para la salida del sol, después de haber aparecido la estrella matutina (de la mañana.)  Así sucede en las transacciones dispensacionales de Dios.
                           Hay un tiempo fijo entre la salida de la “estrella de la mañana” y la salida del “sol de justicia;” esto es, entre su venida para recoger a sus santos en las nubes y su venida con sus santos como el sol de justicia. La profecía nos dice: que el tiempo será dos veces tres años y medio, total siete; correspondiente a la septuagésima semana de Daniel.
                          Así que, arrebatada la iglesia, sigue en la tierra el principio de la última semana profetizada por el profeta Daniel.
                                            EL MISTERIO DE LA INIQUIDAD
                          Los primeros tres años y medio, dará lugar la plena manifestación del misterio de la iniquidad, por la manifestación de aquel inicuo, puesto que lo que impedía su plena manifestación, había sido quitado de en medio. (2ª.Tsl.2:6/8)
                         Pablo nos dice que ya está en acción el misterio de iniquidad el cual se manifiesta siempre oponiéndose a la verdad de Dios, al evangelio de Cristo, a su persona y obra; sin duda alguna está obrando en nuestros días, acaso más que nunca.
                         Satanás se está preparando para dar el golpe supremo, tan pronto como sea quitado lo que ahora lo detiene, la aparición de la estrella de la mañana que traerá a su Iglesia un nuevo día donde se aparejara para las bodas del Cordero.(Apc. 19:6/9)
                         Cuando la verdadera Iglesia haya tenido la experiencia de la estrella de la mañana; el mundo, Israel, y la iglesia mundana tendrán que verse cara acara con el “hombre de pecado” (2ª. Tesl.2:3) el cual concentrara toda la iniquidad; “según la operación de Satanás oponiéndose descaradamente y levantándose, contra todo lo que se llama Dios; tanto que se siente en el templo de Dios, haciéndose pasar por Dios.  ( Léase 2ª Tesl. Cap.2. )     Así transcurrirán los primeros tres años y medio.
                                            LA GRAN TRIBULACIÓN
                          Al termino de estos tres años y medio, se verificara la “Gran Tribulación”  (Mat.24:21 –Dan.7:25- Apc13.5) como obra de Satanás y Dios lo permite como castigo sobre un mundo que ha rechazado a su Hijo. El centro del remolino de esta tribulación, será Jerusalén y alcanzará toda la tierra; gran oscuridad reinara sobre todos los habitantes de la tierra que causará trastornos políticos, morales y sociales, y los juicios de Dios azotarán toda la tierra, los cuales fueron previstos por los profetas del Antiguo Testamento y más plenamente revelados en el libro de Apocalipsis, Cap-8-9-l6- 
                           El Señor Jesús recibe de mano del Padre, el libro sellado con siete sellos, él rompe los sellos, los siete ángeles aparecen tocando sus trompetas y siete ángeles más vacían sus copas de ira sobre la tierra.
                           Estos son todos juicios de arriba y no ocurrirá mientras la Iglesia, Esposa de Cristo este aquí; porque él ha asegurado a los suyos que no entraran en su ira. (1ª.Tes.5:9/10) 
                          Este gran desconcierto, moral, político, juntamente con trastornos sociales y gran tribulación, durara los tres años y medio restantes, cumpliéndose así, la septuagésima semana profetizada por Daniel, (correspondiéndose a la figura de los pies de hierro y barro de la figura profetizada por Daniel en cap. 2:42/45) Y alcanzara su gradación en la batalla de Armagedón.

                        LA PIEDRA CORTADA, HIRIÓ LA IMAGEN EN SUS PIES
                           Es ahora, cuando aparece Cristo en su manifestación visible, “y todo ojo le vera, y los que le traspasaron;” y viene como sol de justicia y su gloria cubrirá los cielos y la tierra, y el sol físico palidecerá a su presencia gloriosa: Viene a herir la tierra a demoler, como la piedra mencionada en Daniel 2:34/35, - Isa.11:4/5; el dominio mundial y los ejércitos reunidos ante Jerusalén quedaran derrotados en esa tremenda guerra de Armagedón. (Apc.16/16)
                          Pero él viene también con salud en sus alas, pues en su ira se acordara de la misericordia; la guerra y toda mentira e injusticia estarán ya destronadas, y en cambio se entronizarán la justicia y la paz, porque el príncipe de este mundo habrá sido desterrado. Y sigue el establecimiento del reino milenario en la tierra, después del juicio de las naciones;  (Israel y Gentiles)  será un reino Teocrático donde Cristo demostrará, que la autoridad que Satanás en un principio desafío, le pertenece solo a Dios cuyo derecho a gobernar será vindicado eternamente.   
                         Tales son las verdades preciosas que rodean a Cristo como la “estrella resplandeciente de la mañana”
                         Pidamos al Señor que nos conceda experimentar estas cosas, como realidades positivas en nuestra vida, pues; ¡ cuan fácil es poseer toda esta enseñanza intelectualmente,¡ sin experimentar su verdad con una fuerte convicción en nuestra vida.
                          Esperemos expectantes, viviendo una vida devota, pía y consagrada, la aparición de la estrella resplandeciente de la mañana. ¡Sí:! Vivimos en días de mucha oscuridad espiritual, más oscuridad hoy que en años anteriores.  ¡Acaso estemos pensando que está muy lejos su aparición! ¿No podrá vérsela centellear en cualquier momento.?   ¿Qué nos dice El.? 
                          Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana. Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.
                          Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro.
                          Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.
                         El que da testimonio de estas cosas dice: CIERTAMENTE VENGO EN BREVE. Amén; sí ven, Señor Jesús. (Apc.22:1621)
                         La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.
                                                                                                                                           V.Ibáñez                                                                                        

miércoles, 9 de mayo de 2012

AGUARDANDO ESPERANZADOS

Lectura. Tito, 2:11 al 15
“Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras,…”

           La porción que hemos leído, trata de poner delante de nosotros la importancia de la esperanza; esperanza que según el apóstol Pablo debemos esperar esperanzados; (este versículo se traduce también así: “Esperando aquella esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa – ( o en gloria) – del gran Dios y Salvador Jesucristo”.
           En todos los textos de la Sagrada Escritura en que se menciona la palabra “esperanza”, lo hace refiriéndose a bendiciones futuras que nos aguardan a los creyentes y a un constante exhortar para que abunde en nosotros la esperanza, puesto que por ella ejercitamos nuestra fe. (Rom.15:13 – Col. 1:23 – Rom.4:18)
           Así pues, esta esperanza considerada por el apóstol de bienaventurada, dichosa, ha de ser para el creyente de un regocijo interior, de un estado de feliz expectativa – amén de las circunstancias externas que puedan rodearle, nunca comparables con la “Gloria venidera que en nosotros ha de ser manifestada” (Rom.8:18/19)
            La lectura de estos versículos en Tito, pone delante de nosotros, tres puntos de consideración encerrados en estas palabras.

           La manifestación de la Gracia de Dios
           La manifestación de la esperanza bienaventurada
          La manifestación Gloriosa – o en Gloria – del gran Dios y    Salvador Jesucristo.

            I.- La manifestación de la Gracia de Dios. Vrs.11.

           El apóstol Pablo en este vers. 11, remarca enfáticamente que, la gracia de Dios que trae salvación a todos los hombres – Ya se manifestó – hecho real; mientras que la manifestación de la esperanza bienaventurada y la manifestación en gloria del gran Dios y Salvación Jesucristo se manifestará – algo por venir – entre tanto la gracia de Dios, ya manifestada, nos disciplina y nos prepara para saber vivir esperando (aguardando) esperanzados.   
           Ahora Pablo afirma que la gracia de Dios “se manifestó” señala la realidad como un hecho histórico acontecido trayendo salvación. Ya sabemos que la gracia divina es el favor de Dios, es el impulso de su amor hacia el hombre que nada ha merecido; pero la gracia divina es mucho más que una mera benignidad. La gracia es aquí, una persona; como en Juan 1:14, es la palabra hecha carne, una persona llena de gracia y de verdad.
           La manifestación de la gracia comenzó con el hecho histórico de la encarnación de Cristo, incluyendo su vida, su pasión, muerte y resurrección.
            Lo que da a la gracia este valor, es que   el Dios Salvador en la persona de Cristo ha aparecido en la historia del hombre, para aportarle ó traerle la salvación; este es el valor de la gracia manifestada que viene de Dios, es su DON. (Jn.3:16 – Ef.3:7/8 )
           Pablo remarca el carácter absoluto al decirnos que esta gracia “trae” – salvación , algo actual inmutable, esto es, que no puede revocarse y que ha aparecido a todos los hombres indicándonos así la dimensión Universal en donde nadie queda excluido. Todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. (Jn.3:16 –Hbr.7:25)
            Para nosotros creyentes en esa obra de gracia, la salvación no es solamente el perdón de los pecados que hayamos cometido; - diré, que la inmensa mayoría de creyentes anuncian y se quedan parados en esta sola verdad y pasan su vida sin haber conocido las inmensas verdades y realidades que esa gracia salvadora nos ha proporcionado.-
            Estas verdades consisten, entre otras, de la liberación del pecado, Rom.6:18, de su ley y de la muerte, Rom.8:2; es la liberación de la raíz que hay en nosotros, la carne –el cuerpo de pecado – el viejo hombre con todos sus malos frutos. Rom.6:6. Pero hay más, esta liberación del pecado en sus consecuencias, pasadas, presentes y futuras, es sin duda transformada en frutos de santidad y en la introducción del creyente en la misma presencia de Dios. Rom.6:22 – Jn.14:2)
            No obstante el apóstol nos declara una nueva faceta de la gracia de Dios, que es la enseñanza. El creyente que se ha beneficiado de la salvación, tiene ahora en la gracia manifestada un maestro que le enseña, le educa y a la vez le capacita, en cuanto al pasado, presente y porvenir. En cuanto al pasado: a renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos: En cuanto al presente; a vivir este siglo (o tiempo) templada, justa y piamente. Y en cuanto al porvenir; a esperar aquella esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa o (en gloria) de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.
        No cabe duda que el versículo 12 es un compendio de instrucciones que deben caracterizas la vida práctica de todos y cada uno de los creyentes, y que Pablo ha venido exhortando en los versículos anteriores de este cap.2, al conjunto de creyentes compuestos por los hombres y mujeres ancianos y los hombres y mujeres jóvenes; se extendía a todos, no importa su situación social, mancebos y esclavos, puesto que a todos alcanzó la salvación.
          “ Enseñándonos,” esta palabra tiene un gran significado en cuanto a su objetivo propuesto bien clarificado en los conceptos, renunciando y vivamos, así pues, podemos decir que tiene la fuerza de instruirnos y disciplinarnos en el carácter y en la conducta en cuanto a nosotros mismos, nuestro prójimo y hacia Dios, toda vez que, el propósito de este proceso educativo como resumen de las demandas éticas en la vida cotidiana de los creyentes nos lleva a lo que ha de ser el objeto real de nuestra verdadera posición o situación aquí, ahora y siempre, “ esperando aquella esperanza bienaventurada.”
             II.- La manifestación de la esperanza bienaventurada. – vrs.13
            La iglesia primitiva pensaba muchísimo más en la venida de Jesucristo que en su muerte; el mismo Señor en la institución de la cena o partimiento del pan dijo: “No beberé más del fruto de la vid hasta que el reino de Dios venga” Lc.22:18 y el mismo apóstol Pablo dejo dicho “todas las veces…. la muerte del Señor anunciáis hasta que venga” 1ª. Cor.11:26
             Para ellos, - la esperanza bienaventurada – no era tanto un tiempo de descanso de los padecimientos como prueba actual, nada comparable con la gloria venidera, sino más bien el ser arrebatados en el aire para ir al encuentro del Señor.
            Esta es la verdadera "esperanza" a la que se refiere aquí el apóstol, ya que existe una diferencia substancial entre la presencia y la aparición de nuestro Señor Jesucristo: La primera se refiere a su venida por sus santos (Arrebatamiento ó Parousia) para recibir al Señor en el aire, (en las nubes) y la segunda con sus santos en  una aparición personal y visible, (Revelación ó Epifanía) exactamente igual como en su nacimiento, que será la manifestación gloriosa o en gloria del gran Dios y Salvador Jesucristo, vrs.13, “cuando todo ojo le vera y los que le crucificaron” (apc.1:7)
            Sin duda alguna Pablo remarca que es una esperanza bienaventurada, porque será un acontecimiento que ha de eclipsar a cualquier otro y al que la iglesia debe esperar y anhelar ardientemente, diciéndonos: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por lo tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.”
            Nos preguntamos a nosotros mismos, ¿Cómo pues vivimos una doctrina tan consoladora y llena de estimulo?. La gracia nos enseña a renunciar, a vivir y a esperar; ¿ es así como vivimos?.
           ¿Quién no ha oído en algún entierro decir a alguien?, “Dios le tenga en su gloria y que nos aguarde o espere por muchos años; ¿es esto vivir esperanzados?. – Alguien escribió estas palabras, – “ demasiado baja edifica su casa, quién la edifica debajo de las estrellas”
            A pesar que es una de las doctrinas de suma preeminencia en las Escrituras, me temo que no ha arraigado lo suficiente en nuestro corazón. Se dice, que de cada 30 versículos de la Biblia uno menciona esta doctrina. Por cada vez que se menciona la primera venida, se menciona ocho veces la segunda. En 216 capítulos se hace referencia a ella 318 veces, a ella se le han dedicado libros casi íntegros, como 1ª y 2ª de Tesalonicenses y capítulos enteros como Mateo 24, Marcos 13, Lucas 21, por ejemplo.
             Es el tema de los profetas del Antiguo Testamento, aunque a veces mezclen las dos venidas naturalmente, pero la doctrina esta allí. – 1ª Pdr.1:10/11 “Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrán tras ellos” Y en cuanto a esta primera parte de la manifestación de la esperanza bienaventurada, esto es, el arrebatamiento, el día y la hora nadie lo sabe, (Marc. 13:32 pero quisiera afirmar sin duda alguna, que no hay nada que impida este acontecimiento, es decir, la presencia en las nubes de nuestro Señor y Salvador Jesucristo para tomar a su propio pueblo así mismo.
          La manifestación gloriosa o en gloria, es decir, la revelación –aparición- ó Epifanía (personal y visible) tendrá lugar en otro tiempo más lejano. Ahora estamos expectantes para ver brillar en el firmamento –pronto- la Estrella de la mañana; después saldrá el sol de justicia que eclipsará con su gloria la gloria del sol que ahora nos alumbra.
         III.- La manifestación gloriosa ó en gloria del gran Dios y Salvador Jesucristo. Vrs. 13

         Pablo está pensando en el retorno del Señor en gloria, en una presencia física cuya gloria no fue reconocida ni tenida en cuenta por el Mundo, y nos dice en el vrs. 11, que su primera venida ( personal y visible) fue en gracia; aquí en la futura manifestación lo será en gloria; y el Mundo lo lamentara y se herirá el pecho cuando le vea venir en las nubes del cielo, léase, Apc.1:7 - Dan.7:13/14, con sus santos, porque si cuando vino en Gracia, fue para bendición y salvación, ahora será para juicio sin misericordia.
            En su primer advenimiento las pretensiones de Cristo en cuanto a su Deidad, fueron rechazadas por sus enemigos y fueron la causa de su condenación; pero sus pretensiones serán vindicadas cuando él vuelva en plena gloria con sus santos aquí en la tierra, aquel día se manifestará en gloria habiendo consumado nuestra eterna redención.
             Pablo vincula esta afirmación de su fe en la segunda venida, con la obra redentora de Cristo; el cual se dio a sí mismo por nosotros. Vrs.14 ¡ He aquí donde le ha conducido su amor.¡ No solamente es verdad que Dios ha dado a su Hijo unigénito y le ha entregado por todos nosotros, sino que él mismo Señor Jesús, se ha dado íntegramente por todos nosotros, y el propósito de esa entrega, es redimirnos de toda iniquidad, resultando que nos ha adquirido para siempre por la redención de nuestros pecados.
           ¿Tenemos suficiente conciencia de que la finalidad de Cristo al morir para expiar nuestros pecados, fue para separarnos de toda iniquidad, debiendo realizar nosotros este propósito en toda nuestra conducta.? El quiere un pueblo para sí, purificado, limpio y celoso de buenas obras, o de buen obrar.    Esto habla y exhorta                   
                                                                              V.Ibáñez

¿ Quisieras, buen hermano, que El viniera hoy. ?
¿ Puedes decir con gozo ¡Sí..! que aguardando estoy?
¡ Feliz, y bien dichoso el que le espera hoy. ¡