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viernes, 23 de marzo de 2018

LA LEALTAD AL DIOS ÚNICO

            LA LEALTAD AL DIOS ÚNICO
                          Lectura: Daniel  1:1/20               
                                Texto: 1:8
“Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía….

            El libro de Daniel, se caracteriza por revelarnos el carácter único del Dios de los israelitas (y el nuestro)  y su supremacía sobre todos los dioses paganos; testificada por la experiencia personal del profeta y autor del libro.     
            En la parte primera, cap. 1 al 6, Daniel nos relata unos episodios históricos y algunas de sus vivencias personales en la corte del rey de Babilonia, y nos muestra, que el Dios de los israelitas es omnipotente y el único Dios viviente que obra con su poder, en cualquier de las circunstancias en que nos podamos encontrar; en pleno contraste con el gran poder mundano que nos ofrece todo, “si postrados le adoramos.” Aquí, en esta lectura, encontramos todo el propósito, como la tentación y victoria moral, de este joven hebreo cautivo del rey Nabucodonosor en Babilonia y lejos de su tierra.
Este episodio de la historia, ha de interesar siempre a todo cristiano, por cuanto es una clara lección y amonestación para todos aquellos que sean tentados a sacrificar sanos principios en aras del placer, la comodidad y la indiferencia; (excusándose en la consabida frase de que “los tiempos han cambiado,” muy en boca de algunos líderes responsables,) dejándose arrastrar como peces muertos, por las corrientes turbulentas y siempre cambiantes de las costumbres mundanas. Y lejos de parecer este episodio, como muy interesante para la juventud; lo cierto es, que interesa siempre, a todo creyente; independientemente de la responsabilidad que tenga en la iglesia; porque aquí, se trata de testimonio, de contra corriente y en ello debemos estar todos involucrados, si queremos honrar y glorificar a nuestro Dios; puesto que aun siendo antigua esta historia, no deja de tener connotaciones contemporáneas o de actualidad.

I.-  CONDICIONES EN LA DEPORTACIÓN
             Por lo relatado en este capítulo, podemos apreciar las condiciones adversa de estos jóvenes hebreos, vencidos y deportados a  causa de un mal comportamiento y reinado del rey de Judá, Joacim o (Joaquim) que hizo lo malo ante los ojos de Dios ( 2ª.Rey.23:37)
Pronto las intenciones del rey, fueron manifiestas, pues trato de involucrarlos en los quehaceres del reino y en toda cultura caldea, con el objeto, sin duda, de anularles su personalidad; puesto que sus nombres que encerraban un precioso simbolismo y que estaban relacionados con los atributos de Dios; fueron cambiados por otras que tenían vinculación con los dioses paganos babilónicos.
Así, Daniel: que significa -Dios es mi Juez –  fue cambiado por Beltsasar;  (Príncipe de Bel) uno de los dioses babilónicos.
Ananías; que significa (Dios es misericordioso o de gracia) por Sadrac;  (mandato)  del dios aka-luna).
             Misael; que significa (¿quién como Dios?),  por Mesac; esto es, (alguien que pertenece a la diosa mesac).
            Azarías; que significa (Dios es ayudador), por Abed-nego (siervo de Nego) un dios caldeo.
            Tales circunstancias, eran más que suficientes, para desmoralizarse y ceder a cualquier de las pretensiones del rey.
            Sin embargo estos jóvenes judíos, determinaron vivir de acuerdo con la ley de Dios, proponiéndose en su corazón, el no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni del vino que el bebía.
            No es fácil imaginarse ahora y en tales circunstancias, que pudieran poner condiciones a quienes les tenían cautivos por un rey déspota, de cuya voluntad y palabra dependía la vida o la muerte de cualquier cautivo.
            Mis queridos lectores, la historia nos ha dejado numerosos acontecimientos de cómo en peligrosas circunstancias Dios nos ha sacado de ellas,  al hacer frente con nuestro testimonio y dependencia en él no mancillar nuestra conciencia por sucumbir a cualquier proposición mundana: Y esta es la realidad de Daniel, puso Dios en gracia y buena voluntad con el jefe de los eunucos; y leemos más; Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños.
            II.-  LA TENTACION. Vrs. 5/10
                Santiago en su epístola, cap. 1:14, nos declara como somos tentados, nos dice: que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido
            Naturalmente que fueron tentados a adoptar las costumbres del país y alcanzar así un gran puesto en el gobierno, tenían a su disposición un brillante porvenir, comida abundante como la del rey; cambio de costumbres, cambio de nombre, lejos de su tierra: ¡Quién lo podía saber o llegar a reconocerlos!  Era una buena oportunidad para ser tentados a ceder a la voluntad real y sacrificar su buena conciencia abandonando la fe en su Dios, sin molestias por parte de sus opresores, al fin y al cabo, podían justificarse: Si su rey Joacim, había sucumbido y su ejemplo fue tan desastroso que, hizo lo malo ante los ojos de su Dios; ¡Por qué ofrecer resistencia alguna.¡
            Tal vez hubiese sido una buena escusa; y no dudo que sea la actitud de algunos que fijándose más en el hombre sumergido en el cambio de los tiempos, olviden su testimonio y su dependencia de Dios nuestro salvador a quien le debemos Lealtad.
            III.-   DANIEL SE PROPUSO.
            El propósito de Daniel nos enseña una buena lección  o ejemplo a imitar, sino a tener en cuenta; porque un creyente sin propósitos, es semejante a un buque sin timón, sin carta marina, sin brújula; expuesto a fluctuar a merced de todo viento de doctrina. Efe.4:14
            En algún sitio leí  ciertas máximas  que se expresaban así: “El incrédulo podrá tener una razón, pero ninguna esperanza para esa razón: El hipócrita podrá tener una esperanza, pero ninguna razón para esa esperanza: El creyente cristiano,  nos ha de enseñar que tiene un propósito o razón para su esperanza, y una esperanza para su propósito o razón. Daniel, se propuso guardar su conciencia limpia respecto a Dios, su verdadera esperanza y razón.
            Este joven, que como hebreo fue educado en los principios de una moralidad muy diferente e infinitamente superior a la de los babilonios; e instruido en una doctrina anti pagana, tenía una conciencia cultivada en el principio del temor a Dios; de ahí su propósito de no someterse a una voluntad contraria a sus propias convicciones, aun cuando el mayor potentado de la tierra lo mandara.
            Fue leal al manifestar sus convicciones y propósito de no contaminarse, con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidiendo al jefe, que no se le obligase a contaminarse (Vrs.8)  Queridos hermanos; en los tiempos en que vivimos, se necesitan creyentes, jóvenes, líderes y maestros, que sepan salvaguardar, los principios de una moral y ética que recibimos de nuestros pastores, los cuales nos hablaron de la palabra de Dios, en circunstancias muy adversas, sin fluctuar de sus convicciones reales.
            Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cual haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe. Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. Hb.13:7/8
            IV.-  EL PREMIO A LA LEALTAD
            Jamás podremos comprender la forma y manera del proceder de Dios con todos los hombres, máxime en un mundo gentil que parecía triunfar sobre Dios y su pueblo cautivo; es cierto que fue un periodo crítico en la historia de Israel, pero también fue una época para que el Dios de Israel efectuara maravillas a favor de sus hijos: Así leemos que “Dios puso a Daniel en gracia y buena voluntad con sus superiores; lo cual redundo en conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias.”
            La prueba de la fe y lealtad fue un premio moral sobre la voluntad del rey que cedió a su ruego. Fue un premio físico pues recibieron un rostro mejor y más robusto que el de los otros muchachos. Fue un premio intelectual, al alcanzar entendimiento e inteligencia, diez veces mejores que todos los magos. Fue un premio espiritual, porque Dios le dio entendimiento en toda visión y sueños.
            Hermanos y amigos, no cabe duda, que el secreto de la victoria o premio de estos jóvenes, estaba y radicaba en su fe, confianza y esperanza en el Dios vivo, siendo leales a la conciencia y apegados a los principios de la palabra que conocían; Daniel y sus compañeros, son un ejemplo vivo de la conservación de esos principios.
Nadie de nosotros, en semejantes circunstancias, y en estos tiempos en que vivimos, nos hubiéramos atrevido a hacer la prueba de fe, como ellos la hicieron.  (Vrs.12/13)

            Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra fe, (esperanza) porque fiel es el que prometió. Hb.10:23

                                                                      V. Ibáñez       
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