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lunes, 29 de abril de 2019

TEN CUIDADO DE TI MISMO

                         TEN CUIDADO DE TI MISMO
                                 ( Breve reflexión)
                              Lectura 1ª. Timoteo, 4:6/16
                                 Texto: 1ª. Timoteo.4:16
Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.      

            Es bien evidente que el apóstol Pablo estuviera preocupado por Timoteo; pues como el mismo dice escribiendo a los Filipenses: como hijo a padre ha servido conmigo en el evangelio. (Fil.2:22- (otras referencias en: 1ª.Cor.4:17 – 1ª.Tim.1:2y18 – 2ª.Tim.1:2 y2:1)  Y puesto  que en aquellos tiempos proliferaban falsos doctores que se desviaron de la verdad; traza de una manera clara y precisa la conducta que debe seguir con los que esparcen esas vanas doctrinas. (1ª.Tim.1:3/ - 19/20)
            Ante la agravante situación el apóstol le recomienda que se ocupe de la doctrina, la exhortación y la enseñanza, y
a no descuidar el don que había en él; estas recomendaciones
-ni que decir tiene- deben ser aplicadas a su ministerio publico en la asamblea  para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. Los progresos de Timoteo debían ser evidentes, con el objeto de que su meditación en la lectura no sea esteril en la enseñanza y en la exhortación, antes sirvan para el aprovechamiento de todos.
            El apóstol penetra así, en el ministerio de Timoteo al ordenarle todas esas cosas, (vers.6 al 16) en previsión de aquellos que enseñaban diferente doctrina y le estimula a ocuparse en la lectura y permanecer en ella para su aprovechamiento;  tal era su preocupación por Timoteo y por su ministerio, que le manda  sea ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza; y si esto es evidente ninguno tendrá en poco tu juventud.
                Ten cuidado de ti mismo
            Pablo el apóstol, no solamente le manda que enseñe lo que el le había confiado que debían ser las bases de su ministerio público, sino que entre tanto su ausencia, le manda que se “ocupe” esto es, que se llene, que se apodere, de la lectura, la exhortación y la enseñanza, estando siempre atento de sí mismo, cuidándose y cuidando la doctrina; porque la actividad de su ministerio requería una energía de ánimo y espíritu, que debía distinguirle por la pureza que era y es necesaria para todo buen ministerio; de ahí que la recomendación  no descuides el don que hay en ti, deba ir acompañada de su esmerado cuidado de integridad  y no de doblado animo ; el mensajero, el enseñador o exhortador no puede medirse espiritualmente nunca por lo que hace, sino por lo que él es en Cristo. Esta es la razón por la cual el apóstol mantenga su preocupación por Timoteo recomendándole a tener cuidado de sí mismo; puesto que en el afán de servir pudiera ocurrirnos lo que dice el Cantar de los Cantares cap.1:6  Me pusieron a guardar las viñas; y mi viña, que era mía, no guardé”.  Pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿Cómo cuidará de la iglesia de Dios? (1ª.Tim.3:5)
            Ten cuidado de ti mismo; pues de que valdría hacer muchas cosas si no damos fruto, que objeto tiene el ser viña o árbol bien frondoso de hojas, si no hay fruto.
            Pasé junto al campo del hombre perezoso, y junto a la viña del hombre falto de entendimiento; y he aquí que por toda ella habían crecido los espinos, ortigas habían ya cubierto su faz, y su cerca de piedra estaba ya destruida. Miré, y lo puse en mi corazón; lo vi, y tomé consejo. Prov.24:30/32
           
                                                                       V. Ibáñez