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jueves, 17 de noviembre de 2022

MEDITAD BIEN SOBRE VUESTROS CAMINOS

 

                         MEDITAD BIEN SOBRE VUESTROS CAMINOS

                                Lectura: Hageo. Cap. 1º

                                     Texto. Hageo.1:5

                   Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos;

                   Meditad bien sobre vuestros caminos.

          (Se recomienda la lectura de todas las citas Bíblicas citadas)

 

            Es cierto que la aparición del profeta Hageo en las Escrituras, es bien corta y nada sabemos de él, salvo en lo que nos dice en su libro y que fue contemporáneo con el profeta Zacarías en la reconstrucción del templo en Jerusalén. (Edras. 5:1 y 6:14)

            Para comprender el mensaje de Hageo, es oportuno traer ante nosotros el fondo histórico contemporáneo.

            FONDO HISTORICO CONTEMPORÁNEO

Habían transcurrido 70 años del cautiverio del pueblo judío efectuado por Nabucodonosor, rey de Babilonia  y que profetizó Jeremías diciendo, que al termino de estos años el Señor haría que los judíos volvieran a su tierra. (Jer.25:12 – 29:10) Esta profecía se está cumpliendo por mandato de Ciro rey de Persia. (Esdras. 1:1)

            Ciro había conquistado Babilonia cuyas tropas fueron dirigidas por Darío de Media el cual nombro a Daniel gobernador, (Dan.6:1/2) y fue sin duda uno de los más poderosos de la tierra: (el segundo gran imperio gentil Medo-Persa; esta dualidad está representada por el pecho y los brazos de plata de la gran imagen en Daniel 2:32

            El rey Ciro fue usado por Dios para que se cumpliese su palabra anunciada por Jeremías, así pues, Dios despertó el espíritu de Ciro y en el primer año de su reinado pregono de palabra y también por escrito, el decreto por el cual se autorizaba al pueblo de Israel a edificar casa a Jehová en Jerusalén que está en Judá (Esdr.1:1)

            Es de notar que en todos estos acontecimientos, la providencia de Dios usa a los hombres despertando en ellos deseos y propósitos a fin de que se cumplan sus planes inescrutables: Dios es el Señor de todo y de todos, él gobierna y rige los destinos de las naciones tornando según su voluntad en bendiciones para su pueblo.

            Pero aún hay más, el edicto de Ciro, aunque él no era un siervo de Dios como lo fue Daniel, él reconoce que el Dios de los cielos le ha dado los reinos de la tierra y le ha mandado edificar casa en Jerusalén. Como podemos observar quien manda es Dios, él obedece y no ejerce ninguna autoridad obligando a los Israelitas a que regresen a Judea, pues su decreto no obligaba a nadie, tenía el carácter de voluntariedad: Quien haya entre vosotros de su pueblo, sea Dios con él y suba a Jerusalén que está en Judá y edifique la casa a Jehová Dios de Israel (él es el Dios) (Esdras.1:3/4) Por otra parte los que pudieran quedar, les ruega ayuden con ofrendas voluntarias, esto es, ofrendas voluntarias de ayuda para los que subieran y para la casa de Dios.

            Como en toda obra que ejercen los hijos de Dios, no están exceptas de dificultades y contratiempos, pronto surgieron los inconvenientes; nos dice la escritura que cuando comenzaron los trabajos de reconstrucción los enemigos de Benjamín y Judá, -(Estos eran los descendientes de los inmigrantes que para reemplazar a la población israelita deportada a Babilonia cuando se tomó Samaria, habían sido traídos de las ciudades de Babilonia cuyo descendientes eran los Samaritanos; 2ª. Rey.17:24-)  estos pretendieron ayudarles en las obras de edificación, (Esdr.4:2/3) pero fueron rechazados por Zorobabel y Jesúa o Josué, hijo de Josadac para evitar males mayores.

            La historia de la oposición no fue por motivo del rechazamiento a construir juntos, sino más bien por la hostilidad contra el pueblo de Israel y porque a pesar de ser instruidos en el temor de Dios por un sacerdote israelita, hicieron de su religión una amalgama hibrida de culto pagano según sus costumbres. (2ª.Rey. 17:27/34)

            Todos los acontecimientos de oposición, su astucia, sus malas artes, sus acusaciones, las encontramos si se lee Esdras cap. 4; hasta que lograron que cesara la obra; solamente habían construido los cimientos. (Esdr.3:6 y 10/13)

            La construcción quedo parada o suspendida hasta el año segundo del reinado de Darío rey de Persia; (Esdr.4:24) es decir, desde que se proclamó el edicto del rey Ciro en su primer año de su reinado, (Esdr.1:1) hasta el segundo año de reinado del rey Darío transcurrieron de 15 a 17 años de inactividad, hasta que el rey Darío fue inducido a que revisara los archivos del rey Ciro. (Esdr. 5:17. 6:1/7)

            HAGEO Y SU MENSAJE

            Los datos históricos nos han llevado al segundo año del reinado del rey Darío y es en este tiempo donde aparece Hageo con un mensaje de exhortación, dirigido primeramente a Zorobabel gobernador de Judea y a Josué como sumo sacerdote (Hag.1:1/2) y posteriormente a todo el pueblo a partir del versículo 3.

            El mensaje que el profeta dirige al pueblo es incisivo y va directo a la conciencia y condición de aquel pueblo falto de interés en la construcción del templo: No debemos olvidar que durante 15-17 años no hubo obra alguna; fue un tiempo propicio para inactividad, desinterés y relajamiento de toda índole, y se aprecia esta condición por los argumentos que sin duda esgrimían con el fin de excusar su desinterés y desanimo, puesto que el llamamiento del profeta a la reflexión está basado en lo que, “este pueblo dice: No ha llegado aun el tiempo para edificar” Vers.2; un criterio y actitud  muy particular que anidaba sin duda alguna en el corazón de aquel pueblo y que Dios descubre, y por ende les formula una pregunta que ha de ser como un aguijón que redarguya sus conciencias: ¿habéis podido construir vuestras casas, muy bien artesonadas, y esta casa está desierta?  No se trata de criterios u opiniones muy particulares, se trata de realidades bien claras, concretas y objetivas, “esta casa está desierta”

            Dignas de estudio y meditación son estas preguntas que Dios formula y en ellas vemos su disconformidad con la actitud y criterio de este pueblo; no podía expresarse mejor el Señor para demostrar cuán lejos estaban de sus caminos y propósitos: La influencia seudo religiosa y costumbres paganas de los pueblos colindantes y enemigos de la reconstrucción del templo habían influido en su idiosincrasia propia de este pueblo y en tales circunstancias de pérdida de identidad.

            Dios sustituye “mi pueblo” por este pueblo mostrando así su enojo como el Señor Jesús lo mostró al utilizar las mismas palabras cuando dijo de Israel, recordando al profeta Isaías, “este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí” (Mat.15:8)

            He dicho que son dignas de estudio y verdadera reflexión considerar esta pregunta tan escrutiñadora, puesto que a continuación nos amonesta diciendo: “Meditad bien sobre vuestros caminos” Esto es,-parafraseando el texto y según traducciones -  “Considerar-reflexionar bien como os estáis comportando.”

            El mensaje de parte de Dios tiene sin duda alguna una aplicación práctica y permanente en todos los tiempos; y se nos invita a la meditación responsable sobre la forma de comportarse aquí y ahora en nuestro caminar diario y entre nuestros contemporáneos.

            Dios quiera que hagamos un alto en nuestro camino y que meditemos bien; que nos introduzcamos en nosotros mismos y busquemos en nuestro ser cuales son las prioridades en nuestra vida como hijos suyos a fin de poder descubrir la razón de nuestro fracaso o letargo espiritual, cuyas consecuencias pudieran derivar en un declive moral.

            Creo que lo que nos pasa en nuestra vida real, es que ponemos primero al hombre y sus necesidades reales y él nos dice: “os afanáis mucho, os preocupáis demasiado por vuestra vida. (Luc.12:22-26) Sembramos y no recogemos, no hay provecho en nuestra labor cuando esta tiene otra prioridad ajena a la del Señor; una vida atrevida sin mesura trae como consecuencia una decadencia moral, que comamos sin saciarnos, que bebamos sin quedar satisfechos, que nuestro salario este en unas manos agujereadas, (Vrs.6) esto es, que derrochemos más en nuestros deleites, dentro de una sociedad de consumo en la que nos hallamos sumergidos.

            Es Dios mismo quien señala la prioridad y nos vuelve a exhortar a que reflexionemos bien y pongamos en nuestra vida, su casa y su gloria; esto es que aprendimos en nuestros primeros días de creyentes a “buscar primeramente el reino de dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas…(Mat.6:33/34) En otras palabras, estamos obrando mal, no porque hagamos malas obras, sino porque no hacemos lo bueno, lo primario para el Señor y en tales circunstancias, somos reos del pecado aquel que consiste en saber qué es lo bueno y no hacerlo. Stg.4:17

            No cabe duda que en toda circunstancia y aun en medio de tan triste y lamentable situación, Dios está por nosotros –Vrs.13- y despertará nuestro espíritu para comenzar en nosotros una nueva obra en la que la prioridad sea su casa y su gloria.

            Así dijo Jehová: paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Jer.6:16.

                                                           V. Ibáñez       

 

           

viernes, 12 de agosto de 2022

EL PÁBILO QUE HUMEA

 

                            EL PÁBILO QUE HUMEA

                                   (Breve reflexión) 

 

               Lectura. Mateo 12:15/21

                   Texto. Mateo 12:20

La caña cascada no quebrará, y el pábilo que humea no apagará, hasta que saque a victoria el juicio.

           

            El evangelista Mateo, nos está mostrando las características de Cristo, como el siervo escogido y amado que describe Isaías, en cap.42:1/4

Sus rasgos sobresalientes se dejan apreciar en la lectura de este capítulo en Mateo; en estos versículos descubrimos su humildad, mansedumbre, caridad, amor y condescendencia, que caracterizan su persona y obra.

            Pero me llama poderosamente la atención el versículo 20, en el que veo todas y cada una de sus cualidades hacia nosotros los gentiles; que no obstante anunciarnos sus juicios por la predicación de la verdad, nos hace salir “sacar” victoriosos y esperanzados en su nombre.

            Antes de llegar a este “saque” o “eche fuera” (Vers.20)  > por cierto no muy lejano <   tenemos de una forma muy ilustrativa, la condescendencia de nuestro Señor Jesucristo en su manifiesta actitud de no “apagar el pábilo que humea”

            Él, que se esforzó una y otra vez, (leer Mateo 5:14/14 - Luc.11:33/36) en enseñarnos nuestra responsabilidad ante este mundo, como hijos de la luz; muestra su misericordia en no apagar  >no la luz<  sino el pábilo, la mecha, de esa luz que tan solo humea;    no hace falta confesar lo que en realidad nos rodea en cuanto al testimonio que como luz deberíamos dar.

            Una nube gris nos rodea y nos impide ver como andamos y en donde andamos: “Mira pues, no suceda que la luz que en ti hay, sea tinieblas”, puesto que nos falta energía espiritual, -el aceite que impregna la mecha se nos está agotando;- “no apaguéis al Espíritu” (1ª.Tesl.5:19) por consiguiente, difícilmente  vivimos por el Espíritu, porque una cierta relajación y conformismo nos invade y no contendemos por la fe dada una vez a los santos; por cuanto se carece de convicciones reales y espirituales que nos son reveladas por las Escrituras, antes todo lo contrario, las cuestionamos con tal de justificar nuestro humear.

            Ante tanta frialdad y decadencia de testimonio fidedigno, cuya objetividad es manifiesta en la cristiandad actual; el Señor nos permite en su misericordia humear hasta que “saque” o eche fuera, (esto es lo que la iglesia espera, ser arrebatada –sacada fuera de este mundo y recibir al Señor en el aire,)  (1ª.Tes4:16/17)  y luego establezca juicio en la tierra.

            No debemos olvidar que esta porción en Mateo, corresponde a lo profetizado por Isaías en su capítulo 42 unos 680 años antes de la venida de nuestro Señor Jesucristo, como siervo de Jehová, y tanto su texto como su contexto, están relacionados con las bendiciones que reciben los gentiles como Israel en su futuro restablecimiento; cuando este siervo de Jehová manifieste su trono como Rey, en donde tanto judíos como gentiles seremos súbditos de su reino milenario.

            Es pues evidente que la expresión; “hasta que saque ó eche  fuera a victoria el juicio-en Isaías 42:3/4 “por medio de la verdad traerá justicia, hasta que establezca en la tierra justicia”-  encierran o incluyen dos ideas; la de ser manifestado, en este caso en las nubes, y la otra, la de ser plenamente establecido; esto es, la aparición personal con sus santos y establecimiento de su reino milenario en la tierra.

            Esta es la realidad de los eventos futuros no muy lejanos por cierto, ya que todo apunta, en circunstancias situaciones, acontecimientos, desastres naturales, y depravaciones generalizadas, que aquel día se acerca; aun la misma creación gime como nunca gimió, sus dolores como de parto que ya no lo son tan distanciados; aun nosotros pábilo que humeamos por la gracia de Dios, gemimos ó deberíamos gemir en medio de tanta decadencia y desorientación; por la redención de nuestro cuerpo. (Rom.8:21/23

                                                                        V. Ibáñez

           

           

      

jueves, 5 de mayo de 2022

MOTIVO Y CO NSECUENCIA DEL AMOR DE DIOS

 

          MOTIVO Y CONSECUENCIA DEL AMOR DE DIOS

                                Lectura. 1ª. Juan, 4:7/12

                                     Texto.1ª.Juan, 4:11

               Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también                                 nosotros amarnos unos a otros.

 

            La clave de esta meditación, está más bien relacionada con el resultado del amor de Dios y con el motivo o consecuencia.

            Ante nosotros tenemos unas manifestaciones que el apóstol subraya, diciéndonos que la consecuencia o motivo del amor de Dios,  se mostro al enviar a su hijo unigénito para que vivamos por él, y que el resultado real por el cual somos beneficiarios todos nosotros, es que él es la propiciación por nuestros pescados. ¡He aquí el hecho incontrovertible del amor de Dios!; una iniciativa divina que como consecuencia le amamos porque él nos amó primero.

            Ahora, amados dice el apóstol, la lección práctica es:

Si Dios nos ha amado así, debemos también –de igual manera- amarnos unos a otros. Sin duda que Juan recordaba las palabras del Señor Jesús cuando dijo: Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Jn.15:12/13

            Alguien dijo, que el amor es una dulce palabra pero aun más, es un dulce hecho. Ni que decir tiene, que hay mucha razón en ello; no podemos estar hablando del amor todo el tiempo de una forma o manera interesada y victimista, si no estamos dispuestos a ejercitarlo con el espíritu que fue manifestado y motivado por el Señor. Porque todo amor, mi estimado lector, aun el mismo amor carnal que mas corrientemente llamamos “cariño,” lo aplicamos en el mejor sentido y cosas, porque lleva consigo cierta bienquerencia para con aquellos a quienes se ama.

            De esta forma también el apóstol Pablo manifiesta esta verdad, en su motivo y consecuencia: Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros (Rom.5:8)  Me sugiere mi mente aquella segunda estrofa del himno de Don Mariano San León que reza así: ¡Misterio profundo la Cruz del Calvario! ¡El Verbo humanado muriendo por mí! ¿Qué viste en el hombre, Señor, que te llegas al leño espantoso y mueres por mí?

            SI YO OS HE AMADO ASÍ.

                ¡Que amor tan inmenso! Y Señor, tu nos dices, si yo os he amado así: ¡Pero cuanta flaqueza, debilidad y torpeza hay en mí! ¿Yo debo amar de tal forma y manera como tú me amaste a mi;? Tal es la enseñanza que el apóstol Juan quiere que impacte en todos nosotros; nada el Señor busco de nosotros y sin embargo nos busco como algo a rescatar.

            Recordemos todos, una sola oveja se le había extraviado, la encontró y se la puso sobre sus hombros gozoso; ¿Y qué diremos; que la oveja era necesaria al pastor, o más bien que el pastor era necesario a la oveja? ¿A caso nos amó Dios para que siguiéramos siendo extraviados pecadores? ¡No! amó lo que quiso que fuéramos, motivo de su gozo y ovejas de su prado. Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios…y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser.

            Recuerdo haber leído alguna vez, algo así: Miguel Ángel, un buen día vio un enorme bloque de mármol que habían extraído de la cantera y al verlo dijo en una expresión de admiración. ¡Eh aquí a Moisés! No se ilusiono del tosco bloque de mármol, sino que en su arte vio lo que había de ser.

            Mi querido y paciente lector, desde el momento que hemos tratado de reflexionar sobre el amor que debemos ejercer para con nuestros hermanos, nos hemos visto involucrados en que si amamos debemos amar como él nos amó y esta consecuencia es trasladada también a nuestros semejantes, prójimos o enemigos; están estrechamente relacionadas una con la otra; pues si bien el apóstol sobre el amor a nuestros enemigos en esta epistola no dice nada, bien leemos en el evangelio: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen:… Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? (Mt.5:44/46)

            Así que como consecuencia de este mandamiento, debemos nosotros dilatar nuestro amor de forma y manera que llegue hasta nuestro enemigo de la misma disposición o porte con que él nos amó a nosotros. Nuestro Señor Jesucristo es una fuente de ejemplos, de cómo amo a los pecadores y enemigos, desde la cruz pidió al Padre el perdón para los que le sentenciaron y le clavaron en el madero; (Lc.23:34) y si pidió el perdón, ¿no fue con intención de rescatarlos a fin de   estar con él en el paraíso? Y yo si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo. (Jn.12:32)

            Por consiguiente deberíamos reflexionar más sobre el

Amor de Dios derramado en nuestro corazón, (Ro.5:5) y comprender que no todo lo que pensamos sobre el amor, es amor fraterno. Dios nos mostró su amor, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros, (Ro.5:8)  y si nos amó y nos ama, ¿no será que ama más al enfermo que a la enfermedad? ¿No trata el médico de eliminar la causa o motivo de la enfermedad con el fin de liberar al enfermo de tal azote?  El hecho de decir a la Samaritana  toda la verdad,  ¿era por porque la quería menos o para que tuviera conciencia de los cinco maridos que tuvo y el que tenia no era su marido? Ella fue más sincera que muchos de nosotros; estimó que me ha dicho toda la verdad; y la verdad hace a los hombres libres si la aceptan.

            Tal es el amor con que él nos amó y al que estamos llamados a practicar, buscando en ello rescatar el alma descarriada; creo que este es el sentir del siervo de Dios Santiago cuando en su epistola nos dice: Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma y cubrirá multitud de pecados. (Stg.5:19/20)  

            Seamos sinceros y consideremos como debemos amarnos, porque no siempre lo mejor es bueno para nosotros, ni para nuestros hermanos o prójimos, puesto que la Escritura expresa un amor redentor y rescatador a una continua comunión con Dios. Las amonestaciones de Moisés al pueblo de Israel estaban dirigidas en este sentido. Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios para cumplir sus mandamientos que yo te ordeno hoy; no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios. (Deut.8:11/14)

            Así que mis pacientes lectores termino con las palabras del apóstol Pablo: Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación. (Ro.15:2)

 

                                                                       V.Ibáñez                                              

 

domingo, 13 de febrero de 2022

CAYERON MIS CADENAS

 

                                ¿CAYERON MIS CADENAS?

                                             Gálatas. 5:1

Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.

 

El apóstol Pablo, ha estado demostrando en los capítulos anteriores de esta epistola, que la justificación procede de la fe: (Gal.cap.2y3) Pasa ahora aplicar a la vida del creyente, la ética cristiana, que no consiste simplemente en una serie de indicaciones y exhortaciones, sino en el hecho fundamental de ser cristiano y como consecuencia de ello, funda toda la instrucción en lo que se es en Cristo; un ser libre del pecado, y como argumento nos insta a permanecer  en esta libertad y a caminar en el Espíritu.

            Aquí el Apóstol apela a la voluntad  del que ha sido liberado, “estad pues firmes” y a nuestra responsabilidad para tomar tal determinación.

            Algo así quiso decir el Apóstol, cuando dijo: “Cristo vive en mí”, no obstante “vivo en la carne”, pero en el ejercicio de su voluntad era el mantenerse firme, y vivir en la fe del Hijo de Dios. Gal.2:20.

            Me pregunto si somos lo suficientemente conscientes de la libertad que tenemos y si el ejercicio de nuestra voluntad, es el permanecer firmes? Porque existe el peligro de un mal uso ó concepto de esa libertad, no olvidemos que el Apóstol a los gálatas les decía: “Corríais bien”, pero alguien exgrimiendo conceptos, argumentos persuasivos y opiniones personales, estorbó, esa carrera; ¡cuidado pues! un pequeño desliz es suficiente para leudar toda la masa” y esta era la imagen de una experiencia humana y cotidiana, no tan solo en Galacia, sino en nuestros días también, donde cualquier argumento es válido con tal de justificar la decadencia.

            La exhortación es mantenernos en aquello que Nuestro Señor Jesucristo nos consiguió, el ser libres del pecado y sus consecuencias y a que no nos desequilibremos por los que pueden perturbarnos y hacernos caer en el yugo de la esclavitud.

            Con el fin de no alargar esta reflexión, terminaré diciendo: Yo creo, según se lee en diferentes partes de las Escrituras tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, que no son las circunstancias, las costumbres, ni las corrientes culturales de entonces, ni las que podamos tener hoy en día; las que puedan determinar una forma u otra de vida, sino la voluntad, si esta falla, fallara nuestro propósito y nos encadenamos a un yugo de misturas esclavizante.

            Ante el rey Agripa, (Hch.26:28/29) Pablo estaba encadenado, preso de las circunstancias, sin embargo era libre y así lo testificó: “Quiera Dios….fueseis hechos tales cual yo soy, excepto estas cadenas”

            Mi querido lector, me temo que muchos de los creyentes, creyendo ser libres se encuentren encadenados en sus propias circunstancias, deseos y apetencias y no se concibe a un preso libre sujeto a cadenas; pero sí al libre que ha estado encadenado se le pueden apreciar las señales que le oprimían aquellas cadenas.

            ¿Se nos verán más las cadenas, que las señales de estas?.

                                                           V.Ibáñez