Comentariios Sencillos Sobre Mateo.25:45/46

45.- Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto
no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo
hicisteis.
46.- E irán estos al castigo eterno y los justos a la vida eterna
Daniel. 2l:2/3
2.- Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra, serán desper-
tados, unos para vida eterna y otros para vergüenza y confusión perpetua.
3.- Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento;
y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a per-
petua eternidad


La lectura nos ha situado ente una escena, que corresponde al juicio final, y trata de la particular conducta de los individuos, revelada por Dios; en la medida que cada ser humano ha de acudir a rendir cuentas, en aquel juicio, al termino de la historia de su vida. El hombre por lo que relata el Rey de Reyes, va a la vida eterna o a la perdición eterna.
Es el mismo Señor, quien decide la suerte final del ser humano por la actitud que éste haya tenido para con Jesús el Cristo.
El hombre ha especulado mucho sobre este particular; se ha fabricado teorías e hipótesis, sobre el destino final del ser humano, después de la muerte; especulaciones de todo género se difunden sin ningún fundamento y alejadas de la realidad del Creador.
La verdad fundamental, esta en nuestro Creador y Redentor; porque él nos revela con toda claridad y autoridad, el destino final de los justos; esto es, los justificados por la fe, e injustos; es decir, incrédulos que no aceptaron el perdón de Dios ofrecido en la persona de Jesucristo. A más de esto, nos revela que tal situación, después de la muerta, es irreversible, porque existe; una gran sima puesta entre unos y otros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.(Luc. 16:26) Esto es más que suficiente para disipar cualquier duda; es del todo imposible volver atrás y obtener una salvación que se menosprecio cuando se nos fue ofrecida.
Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande.? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad. (Hbr.2:1/4)

V. Ibáñez