JEREMIAS -Semblanza y Semejanza

Texto: Jeremías. 15:19

“ así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y
delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de
de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti,
y tú no te conviertas a ellos.”

Me permito hacer una reflexión sobre el ministerio, circunstancias y mensaje, que el profeta Jeremías efectúo en su tiempo; de cuya semblanza y semejanza, recuerda a lo menos, a los tiempos que a la Iglesia actualmente, le ha tocado vivir.
Se dice que Jeremías, se nos presenta en su libro, como tipo de la iglesia fiel, en medio de unas circunstancias análogas en donde las realidades solo lo son en apariencia.
La iglesia, no lo olvidemos, es el instrumento del Espíritu Santo, y la columna y apoyo de la verdad; y como tal tiene el encargo de una misión penosa, pues ha de proclamar a los hombres y a su propio pueblo, las verdades eternas que tan solo Dios ha revelado.

I. – JEREMÍAS: SU HISTORIA
El profeta, fue llamado a una misión estrictamente divina, puesto que antes de nacer, ya fue santificado (separado) y dado como profeta a las naciones, (Jer:l.5) y no solamente a Judá, también a reyes, a Israel, (Jer:2.4) y a los judíos esparcidos.(Jer:42.18) Así pues, vemos, que su misión y sus revelaciones no fueron limitadas.
En un principio Jeremías trato de declinar tal oficio, poniendo como pretexto de ser niño, - muy joven – pero Dios renovó este llamamiento y le animó, poniendo su mano; -en su visión- y diciendo al tocar la boca del joven: He aquí he puesto mis palabras en tu boca. (Jer: 1.9)
También se le dice por adelantado que a él se le opondrían, reyes, principales, sacerdotes y aun el mismo pueblo.(Jer.1:17/19) Su ministerio pues, se desarrollo en medio de una fuerte oposición, apostasía religiosa y degeneración moral. No debemos olvidar que fue contemporáneo con varios reyes. En su llamamiento reinaba Josias,(Je:1.2) luego le sucedió uno de sus hijos llamado Joacaz, solo reino 3 meses. (2ª. Re: 23.30/32) “He hizo lo malo ante los ojos de Dios.” Le sucedió se hermano Joacim, el cual reino 11 años. (2ª.Re:23:34/37) “He hizo lo malo ante los ojos de Dios.” A este le sucedió su hijo Joaquim, (2ª.Re:24.6/9) el cual reino 3 meses. He hizo lo malo ante los ojos de Dios.” Fue llevado cautivo a Babilonia. (2ª Re:24.15/17) El rey de Babilonia, puso por rey a Sedequias, tío de Joaquim, reinando 11 años. (2ª.Re:24.17/19 y Jer:52.1/2) “ He hizo lo malo ante los ojos de Dios.” Este fue el ultimo rey de Judá y el ultimo de los contemporáneos de Jeremías.

II.- SU MINISTERIO
Como podemos apreciar, el tiempo en que se desarrollo su ministerio fue mas que turbulento y no exento de sufrimientos e incomprensiones, pero Dios le había escogido poniéndolo como ciudad fortificada, como columna de hierro, y como muro de bronce contra todo esta tierra, contra los reyes de Judá, sus príncipes, sus sacerdotes, y el pueblo de la tierra…(Jer.1:17/18)
El primer mensaje que recibió para trasmitirlo al pueblo, no fue el de contemporizar con ellos, antes todo lo contrario, les denuncio su perdida de identidad; habían cambiado al Dios viviente por los ídolos, trocando la gloria de Dios por lo que es inútil. (Jer:2.10/13)
La advertencia sobre este mal es clara y no vale una actitud de reforma hipócrita y superficial, diciendo “no serviré,” pues la amonestación es severa, diciéndoles: “Aunque te laves con lejía, y amontones jabón sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá aún delante de mí,(Jer.2:20/23)
Ante tanta ingratitud, descaro y mentiras; las intercesiones del profeta se ven coartadas por Dios, que pronuncia unas severísimas y enojadas palabras: “Si Moisés y Samuel se pusieran delante de mí, no estaría mi voluntad con este pueblo; échalos de mi presencia, y salgan … (Jer.15:1/2)
¡ Cuan terrible e ingrata y difícil era su ministerio, y cuan propicia para el desaliento y la desmoralización a causa de su infructífero ministerio.! En tales condiciones no es de extrañar que el profeta prorrumpa y se lamente de su situación. Jer.15:15/18)
Pero es aquí, cuando interviene nuevamente Dios, para reanimarle y hacerle comprender que en tales circunstancias, no podía dar cumplimiento a la misión encomendada y le dice: Si te convirtieras, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si sacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos.” Esto es, si dejas esa actitud quejumbrosa, yo te restaurare y estarás delante de mi como mi ministro siendo mi portavoz.

III.- SI TE CONVIRTIERES
Para poder dar cumplimiento a su misión, Dios exige una actitud valiente, a fin de no desfallecer ni sucumbir en medio de una apostasía dominante. Tales circunstancias y vivencias en la vida de Jeremías, pudieran muy bien ser transferibles en semejanza, a la misión que tiene la iglesia, en nuestro momento y tiempo, en medio de una cristiandad carente de identidad, convicciones y vivencias espirituales, a causa de una frialdad sobrevenida.
Nuestra posición ante tal estado de cosas, se nos exige, una actitud clara, correcta y bien definida por la palabra de Dios, ante esa corriente del pensamiento moderno en un mundo dominado por la idolatría, desfachatez, la deshonra y la perdida de valores genuinamente morales.
Ante tal estado de cosas, la exigencia de Dios es: Vuélvete a mí”.Pablo decía: no os amoldéis o ajustéis a este mundo, antes “volveos” transformaos. (Ro.12.2) Es pues preciso un cambio de actitud; porque la tendencia actual de la iglesia, es la contemporización, esto es, -acomodarse al dictamen o gusto ajeno,-cediendo a los vientos que soplan, sean sociales o políticos.
Se nos dice a menudo, de una forma socarrona,(disimulada) que los tiempos han cambiado, que ahora todo es diferente, existe otro concepto de comprender la vida; ciertas opiniones o ideas sobre ética y moral, no son para esta sociedad en que vivimos; las afirmaciones de la palabra de Dios parecen poco aceptables a la cultura de nuestro tiempo, se nos dice. ¿ No debemos hacernos “todo a todos,”? ¡ pues adaptemos nuestra doctrina a la mentalidad de nuestros contemporáneos.! Y como ciertas afirmaciones bíblicas parecen poco aceptables a la generación actual, poseedora de tantas luces culturales y filosóficas; ¡dulcifiquemos el mensaje de arrepentimiento y conversión, por otro más social, de realizaciones personales y apartemos el mensaje de una conversión genuina y de una sangre redentora y de una cruz humillante y maldita.
Tal es la tendencia actual, a la cual ceden inconcientemente algunos lideres y predicadores; que sustituyen al predicador, por el conferenciante, el anuncio y la proclamación del evangelio de Cristo, se ha visto sustituido por la conferencia histórico-cultural, que llena la cabeza y no el corazón. ¡Ah, ¡ Si Moisés y Samuel se pusieran delante de mí, no estaría mi voluntad con este pueblo, nos dice el Señor; Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos.”
Soy consciente, de cuan desagradable es a nuestro orgullo, y hasta nuestra inteligencia, el ser considerados como atrasados, estrechos y cerrados, mal informados de las corrientes modernas, defensores de ideas rancias y caducas; pero todo esto no seria así , si cediéramos a predicarles una religión estética de buen gusto y de sabiduría humana.
La iglesia se ha encontrado siempre con la alternativa; o complacer a los reyes o ser perseguidos por ellos, y muchas veces ha escogido lo primero. Es bien evidente que a semejanza de circunstancias en tiempos de Jeremías, a la iglesia se le diga hoy:
“Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos,”
“Salgamos, pues a él, fuera del campamento,..”
“ Recuerda, por tanto de dónde has caído, y arrepiéntete.”
El mensaje es el mismo, “vuélvete” ¡Profeta de los tiempos
Modernos, iglesia del Señor;! ¿quieres cumplir fielmente tu ministerio, tu encargo.? Conviértete a mí, no te lamentes más por tu pérdida de valores e identidad; mira de donde has caído y haz las primeras obras de arrepentimiento, Esto es, “vuelve a mí “ a fin de que seas mi palabra hablada. Ligada a Dios, por la verdad de su palabra, la iglesia viene a ser imperecedera como esa misma verdad, “delante de mi estarás”(compárese Jer 15:20 con Mt.16:18).

IV.- SI ENTRESACARES LO PRECIOSO
DE LO VIL SERÁS COMO MI BOCA
Nuestro texto, esta proclamando la incapacidad de rendir un testimonio eficaz de nuestro Dios, en tanto que se conserven en nosotros, la afición por las cosas terrenas, pasión por las mismas o ídolos secretos asentados en el corazón.
Se nos exhorta por parte de Dios, a “convertirnos.” Pero las referencias citadas, hacen hincapié, en “salir llevando (sacando)” y en “recordar de donde se ha caído.” Digo yo, en justa correspondencia de ideas con lo expresado: “entresacar lo precioso de lo vil,” en realidad no quiere decir más que; separar una cosa de la otra, hacer dos partes de las cosas de aquí abajo, de esta tierra; las que son útiles para nuestra salud espiritual y buen testimonio, y las que son viles (opuestas, indignas y despreciables) sin vacilar suprimirlas de nuestra vida.
Sin duda es esto lo que quería decir el Señor Jesús, cuando dijo que se sacara el ojo y se cortara la mano. (Mt.5:29/30) El ojo como la mano, son miembros que nos ha dado Dios, pero si son motivo de caída y obstáculo para la vida espiritual y de testimonio, debemos abstenernos, pues a quién la moderación le es imposible se impone la abstinencia absoluta. ( 1ª. P. 2:11 -1ª.Cor.9:25) Pablo apela a las misericordias de Dios, como recurso poderoso para la abnegación y el sacrificio del Yo. (Ro.12:1)
Es preciso sacar de nosotros, lo precioso de lo vil, como condición sin la cual, no podemos ser boca de Dios, esto es, ministro de su palabra.
Mis queridos lectores, la responsabilidad es grande, como ha de ser la limpieza y condición del mensajero; recordemos que Dios no escogió a los ángeles, para llevar su mensaje a los hombres. (Mt.28:19/20)
Esta promesa de ser como boca de Dios, no se hace a la elocuencia, pues no es necesario ser boca de oro, para ser boca de Dios. Es la gracia, que en la separación de “lo precioso de lo vil,” venimos a ser boca de Dios.(Mt.10:20)

V.- CONVIÉRTANSE ELLOS A TI, Y TÚ
NO TE CONVIERTAS A ELLOS.
Nadie mejor que Dios por su Espíritu, para definir situaciones, conceptos y emitir juicio sobre ellos, respecto a su pueblo. Y cierto que la porción que meditamos, es una llamada clara a la reflexión de una situación a la que se exhorta a salir de ella y al peligro de que podamos invertir los términos.
Por tal motivo se nos induce o persuade, en virtud fundamental de su principio de separación, reconocido en la Biblia, a que no nos hagamos como “ellos”. (no te conviertas a ellos) No podemos por ganar a otros, ser iguales o igualarnos a ellos, en sus gustos, formas y maneras; puesto que el peligro anunciado es “estimará al uno y menospreciara al otro.” (Mt.6:24)
De nuevo encontramos la separación; y entiéndase bien, que lo que se esta dilucidando aquí, es el “convertirse” esto es, volvernos como ellos en su condición.
Quisiera tratar de ilustrar, en lo posible, nuestra posición con respecto a no ser como ellos, en su condición; lo cual no impide que amemos a nuestro prójimo, precisamente por su condición, que fue la nuestra en otro tiempo.
Veamos, ¿Qué diferencia de situación hay, entre una persona que va a una cárcel a visitar a un amigo que es reo por haber delinquido. ? Sin más dilaciones, la diferencia va del uno al otro, en que a uno le oprime la culpa de su delito, y al otro le induce a ir a verle su propio sentido humanitario de estimación.
Así, nuestra posición en orden a nuestro prójimo, no ha de ser de indiferencia o desdén, puesto que sufren y padecen en una situación de pecado y nuestro corazón debe conmoverse al pensar en su triste condición; como nos vio el Señor u día a nosotros; “ como ovejas que no tienen pastor.” Es nuestro deber llevarlos, por el mensaje de Dios, al Señor y Pastor de nuestras almas.
Me pregunto yo, ¿ acaso amó el Señor a los pecadores para que siguieran siendo pecadores.? Así debemos amar a los pecadores, para que se conviertan a la fe, al Señor y sean salvos. “Conviértanse ellos a ti, a tu fe, a tu Señor y Salvación Jesucristo, y tu no te conviertas o vuelvas a ser como ellos, en sus desdichas y en las concupiscencias de sus pecados.
¡ Atendamos bien,! El Señor esta fijando nuestra atención en la importancia de este advertimiento, por el peligro que encierra una contemporización, que muy bien pudiera llegar a acomodarnos al dictamen o gustos ajenos, y hacernos perder la conciencia de pecado.

V.Ibáñez
( Articulo confeccionado sobre la base de una exhortación, pronunciada en reunión de asamblea, por los años 1970.)