Comentarios Sencillos Sobre Isaías 24:19/23

19.- Será quebrantada del todo la tierra, enteramente desmenuzada será la tierra, en gran manera será la tierra conmovida.
20.- Temblará la tierra como un ebrio, y será removida como una choza; y se agravará sobre ella su pecado, y caerá, y nunca más se levantará.
21.- Acontecerá en aquel día, que Jehová castigará al ejercito de los cielos en lo alto, y a los reyes de la tierra sobre la tierra.
22.- Y serán amontonados como se amontonan a los encarcelados en mazmorra, y en prisión quedarán encerrados, y serán castigados después de muchos días.
23.- La luna se avergonzará, y el sol se confundirá, cuando Jehová de los ejércitos reine en el monte de Sion y en Jerusalén, y delanta de sus ancianos sea glorioso.

La porción escogida, corresponde a una descripción, del juicio de las naciones sobre la tierra y el establecimiento del reino mesiánico; y nos detalla además, los juicios de Dios sobre el ambiente del hombre, en la medida que éste, la contamina por el pecado, traspasando las leyes y falseando el derecho; acarreándose el correspondiente castigo sin que tenga escapatoria.
Nos dice el profeta, que la tierra morada del hombre, perece bajo el peso de su pecado, y que la causa de tales convulsiones terrestres, son atribuidas al alejamiento o rebeldía del hombre contra Dios.
No cabe duda que el profeta quiere concienzarnos, de sus predicciones proféticas; pero encierran a la vez, un contenido espiritual sobre la gran crisis moral que padece los moradores de la tierra; por sus excesos de codicia y su falta de previsión en acciones humanas con su creador, de forma y manera que se ve avocado a sufrir sus consecuencias, cuyas señales anunciadas, se dejan ver hoy en día; todos sabemos en que estado se halla hoy nuestro planeta.
A menudo se alzan voces, - bien pagadas por cierto,- para denunciar el deterioro, o algún nuevo riesgo, para traer la atención, sobre el agotamiento de los recursos, y cuestionan la supervivencia de la humanidad. Sí, es cierto, el hombre es más o menos, consciente de que ese equilibrio físico, amenaza con degradarse cada día más; pero no ve esa terrible enfermedad moral que corrompe la sociedad: Las estadísticas cuentan el aumento de la violencia; y de hecho, el mal, es muchísimo más profundo y más extendido de lo que imaginamos.
Se discuten, formas, sistemas y actitudes, con el objeto de paliar tal degradación, se estudian los comportamientos de los fenómenos naturales, que puedan alterar, lo que se ha llamado, el medio ambiente; y como los contemporáneos de Jesús, no saben distinguir las señales morales de nuestro tiempo, que todo lo entorpece y ensucia. El apóstol Pablo, emulando al profeta Isaías, nos dejó escrito: “La creación misma será liberada de la esclavitud de corrupción,” (Ro.8:21) entretanto gime bajo el peso del pecado.”Y se agravará sobre ella su pecado, y caerá, y nunca más se levantará.” “Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cueles mora de justicia.”(2ª.3:13) ¡Oh,! .Si nosotros fuéramos sensatos y supiéramos reconocer, como aquel ladrón en la Cruz, que recriminando, al que solo buscaba el bien terrenal, le dijo: ”Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos.”(Lc.23:41)
“Si confesamos nuestros pecados, él (Cristo) es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” (1ª.Jn. 1:9)