Comentarios Sencillos Sobre Efesios 2:8/9

Pensando en esta frase: “Y esto no de vosotros;” cuando leemos porciones como la de referencia, me pregunto si somos conscientes de nuestra responsabilidad al anunciar el evangelio de salvación y enfatizar lo suficiente sobre ello; porque somos responsables y estamos obligados a anunciar todo el consejo de Dios, de una manera clara y contundente, denunciando el pecado con verdadero ahínco y valor; de modo que el oyente tenga claro, que la salvación es por la Gracia de Dios, aceptando por fe, la obra redentora de Nuestro Señor Jesucristo a nuestro favor.
Con todo, aun nos podemos encontrar a alguien; que por deformación religiosa e ignorancia del verdadero significado de la obra de redención de Cristo; pregunte, como preguntaron los religiosos contemporáneos al oír el discurso del apóstol Pedro que les anunciaba: “Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? (Hch.2:36/37)
Te explicare, mi querido lector, para mejor comprensión del mensaje de la gracia de Dios: - Un joven después de escuchar la predicación del evangelio de salvación, compungido porque comprendía que era un pecador, le pregunto al predicador: Por favor dígame usted, ¿Qué debo hacer para salvarme? Amigo joven, le contestó este; ya es tarde, sí, es tarde ya: ¡Ay! dijo el joven sorprendido, ¿no querrá usted decir que es tarde para que me salve, que ya no hay salvación para mí?
No, no es eso hombre, le dijo el predicador; es tarde para que usted pueda hacer esto o lo otro para salvarse: el Señor Jesús lo hizo todo por usted y por todos los seres humanos; El hizo todo lo necesario para ello, muriendo en la cruz del calvario, hace ya veinte siglos, usted solamente tiene que aceptarle por fe, mire, el escritor sagrado, nos dejo escrito esta realidad: “Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios. Pues donde hay remisión de estos, no hay más ofrenda por el pecado. (Hebreos. 10:12 y 18)

V .Ibáñez